También el proceso de maquetación web me ha hecho cambiar la apariencia o disposición de muchos versos, de algunos de los eslóganes o de las múltiples citas que, dialogando en el texto, circulan por sus páginas, así como buscar opciones de retorno en los enlaces de navegación. Y, por supuesto, a agudizar hasta el límite los contrastes y acoplamientos entre los distintos discursos textuales, de audio, de vídeo y de cualquier otro tipo de fuentes de origen multimedia. Porque, en realidad, muchos elementos propiamente transmedia pueden modificar profundamente el sentido del texto, que adquiere nuevos significados. A decir verdad, estoy bastante asombrado al comprobar hasta qué punto este último año –en el que he trabajado casi exclusivamente online– ha condicionado mi escritura, mi visión del poemario y mi forma de concebir el texto.
Es decir, he podido sentir en mi propia piel que, para bien o para mal, crear desde el ámbito digital introduce maneras y condicionamientos diferentes a la hora de encarar la creación. Y ha sido todo un placer.
Agradecimientos (y disculpas)
A Helena González, buena amiga que siempre está ahí, al otro lado del hilo telefónico; a María Beatriz Eiroa, que ha revisado con mucha paciencia mi traducción de Poétic@ al castellano; a Fátima Isabel Figueiras Ramos, por su atenta revisión da la traducción al portugués; a Ramón Nicolás, por su ayuda generosa; a Manuel G. Vicente, autor de la fotografía de la portada; a Gabbi, que me ha prestado su voz americana; a Xela, que me ha sustituido con su voz en el poema «Suertes»; a Lara Bacelo, por permitirme individualizar (pésimamente, mea culpa) un fragmento de la vídeocreación Ollos da cidade; y muy especialmente a Kris Darias y el Estudi Llimona, diseño y soporte técnico de Poétic@. Deseo que llegue también mi agradecimiento a las personas que participaron en las grabaciones que, aun procediendo de otros libros, forman parte de Poétic@,con las voces de María Lado, de Alma, la música de Xurxo Souto y el apoyo del estudio de grabación Casa de Tolos.
También aprovecho para pedir disculpas por la publicidad que aparece en los vídeos enlazados de Youtube, publicidad que es ajena completamente a mi voluntad y es responsabilidad de la compañía que aloja los vídeos.