Con el frío se me pone
pequeña
y arrugada, encogida, moldeable y amorosa
como una lombriz ante la muerte.
En esa posición, indefensa,
me gusta acariciarla,
sentir su tacto,
sus cartílagos gelatinosos
refugiados entre las manos
hasta que, poco a poco,
con el calor de la sangre,
recobra la fuerza indomesticable
y aburrida
que la predispone
para el sexo.
Para el verso.
Blog Archives
A salvo
No tenemos lector@s y por eso
estamos a salvo de las tentaciones del mundo.
Cerrad, por favor, las puertas
de la poesía.
Que no nos vean los enemigos.
En la línea del horizonte somos
un diminuto punto
invisible
de silencio.
Somos un erizo
que sabe protegerse.
El cambio climático podrá
destruir el mundo, pero
l@s poetas siempre
estamos a salvo.
Sobrevivimos.
Sobrevivimos.
Perdurabilidad
Apetencia
No me apetece escribir
los versos más serios esta noche;
escribir, por ejemplo,
la poesía está perpleja y
cabalga el desconcierto
en el trazo de tu/mi mano.
Solo quiero escribir
de nada.
Eso es todo.
No me apetece, es cierto,
pero talvez los escriba.
Aunque se ponga tan pedante
la poesía y tan enorme el vacío
que mi alma se contente
con saber que escribo.
Madurez
Verde que te quiero verde
FEDERICO GARCÍA LORCA
Noto
que la madurez
llena
mis poemas
con el poso
resabido,
escéptico
y ácido
de la ironía y
a pesar de todo
preferiría
la insultante
inconsciencia
del poema
aún verde.
Didáctica de los aplausos /Natación
Fracaso
Donde huele a mierda, huele a existencia
ANTONIN ARTAUD
Cuando no me salen
los poemas
me acuerdo
de los momentos
en que estoy
estreñido.
Por más fuerza
que haga
solo consigo
que asome un delicado
hilillo de mierda.
-:-)
Suertes
Hipocresía
La poesía esconde
en su sangre
la palabra hipócrita
de los curas pederastas;
es vieja, burlona,
barriguda
y está corrupta
desde
el primero
hasta el
último
verso
de dios y del carajo.
http://franalonso.blogspot.com.es/2014/01/a-xeito-de-poema-pornografico.html
Pero que son os poetas?
Coñezo xente que escribe versos e recita versos
e se chaman poetas,
pero eu na vida escribín senón sangue,
nin recitei nada
que antes non se untase en cuspe
ANTÓN LOPO